Ya terminadas las clases y debido al problema de la distribución, no me dio tiempo a terminar de pintar el lateral del coche, por lo que se quedó con la aleta trasera con la masilla al aire. Por lo que no servia de nada al haber llovido varios días, por lo que todo el trabajo a la basura.
Por lo menos ya tenía el paragolpes trasero pintado de rojo y montado con el parcktronic funcionando a la perfección.
Al poco tiempo encontré trabajo y pude pintar la aleta, eso si, pagando. Por lo menos quedó perfecta.
Por lo menos ya tenía el paragolpes trasero pintado de rojo y montado con el parcktronic funcionando a la perfección.
Al poco tiempo encontré trabajo y pude pintar la aleta, eso si, pagando. Por lo menos quedó perfecta.
La felicidad me duró más bien poquito. Un día, al recoger a mi novia del trabajo me fijo que la temperatura del refrigerante está por las nubes.
En el momento que el coche se enfrió, comprobé unas cosas... no había casi nada de liquido anticongelante, en el vaso de expansión había restos de aceite,... blanco y en botella... ¡CULATA!
Por suerte, un amigo tiene un "taller" en su jardín por lo que pudimos hacer toda la operación en su casa.
Ya que estaba en faena y mientras llegaban las piezas como los tornillos de la culata y la propia junta, nos pusimos a instalar algunas cosillas que tenía compradas desde hacía tiempo como el filtro de aire o la calandra tipo EK9. También cambié una goma de la ventanilla, ya que tenía un arrugamiento por el que entraba aire.








No hay comentarios:
Publicar un comentario